1.4.22

 Mis poemas "Oda a la xoquía" y "Cuando la Santa Muerte" fueron publicados en la revista literaria Azahares.

My poem "Mi viejo profesor" was published by Grey Sparrow Journal.

My poem "Taco Tuesdays" was published in Porridge. 

7.4.20

Raciones


El COVID-19 nos ahorra
veinte pesos al día
para que la Sra. Marielena
no nos cuide los dos niños,
que ahora ya no se quedan
unos treinta minutos
antes de la escuela, lo cual
viene siendo $100 bolas 
a la semana, las cuales
llevo derechito al mercado
para hacer la dispensa,
donde llevo puestos una
máscara protectora y
unos guantes de goma,
untados en desinfectante.
Y corro por los pasillos
para gastar $400 en menos
de 15 minutos.  Antes nos
ahorrábamos la plata del
petróleo.  Pero ahora
nos la comemos todita.


Rations

COVID-19 is saving us
twenty dollars a day
for Señora Marielena
to not care for two kids,
who don’t stay for thirty
minutes before school,
which adds up to $100
a week which I take
straight to the grocery
store, where I wear
a face mask, rubber
gloves smeared in
hand sanitizer, and I
race through the aisles
to spend $400 in less
than 15 minutes.  We
used to save gas money.
Now we eat it all.





Note:  This poem started with the title Pandemic Economics.  After today's workshop with the Notebook to Manuscript workshop led by Morgan Grayce Willow at The Loft Literary Workshop (via Zoom), I am considering calling it "Rations" instead.  Preferences?  Let me know in the comments.  

Sed del sol

Luz gloriosa que
nos saca a pasear,
perros brincando,
niños saltando, 
infundiéndonos tu
energía galáctica: 
bebemos tu vida.

1.4.20

Oda al té

Mi poema "Oda al té" fue publicado en inglés y en español en Bearings, una revista en línea de Collegeville Institute.

6.4.18

Oda al último pronóstico de nieve en abril

Nieve odiosa,
Solo con pronosticarte para el domingo,
Nos caes de mala leche pasada y podrida.  
Pasado mañana, el ocho de abril,
Nos esperas con una nevasca.
Queremos ser osos para volver a hibernar.
Nevada sedienta de llevarnos a la furia,
nos infundes tu realidad como si fueras una cubeta de agua fría.
Te odiamos.  Eres una bruja blanca, deslumbrante en el sol.
Nos quieres cegar, nos destrozas y nos apagas. 
No te aguantamos más. 
Nos tormentas con tus dedos helados en la frente, y en la espalda.
Hemos perdido los guantes, las botas nos aprietan,
Nos salpicas el cuello con hielo.  Ya te sentimos comenzar a caer,
Nieve odiosa.  Vete ya.  Te detestamos.

2.4.18

Oda a un dictador muerto

Cuando naciste, te nombraron por uno de las doce tribus de Israel,
“doble fructífero” significa tu nombre.
Genócido, te hubieran llamado mejor.  Matador.  Asesino.
Tu tocayo el hijo más joven de José,
Tátarabuelo de otra raza, él de la túnica de muchos colores.
Pero saliste blanco, blanco, blanco como la nieve fría del norte,
como el blanco del marco para practicar y afinarte,
antes de asesinar y violar, matar y aniquilar.
Las tierras arrasadas no olvidarán lo vivido.
Distribuiste frijoles y fusiles en los montes,
creando la dependencia y difundiendo la muerte.
Durante 17 meses, fuiste el magnate y autor intelectual del
Asesino de 1.771 indígenas ixiles.
Tus soldados cometieron más de mil violaciones sexuales en tu nombre,
Efraín.  Dictador doble fructífero.  Pero te volviste demente
antes de terminar de ser juzgado
por tus crímenes contra la humanidad.
Tu hija dijo que era “hermoso que este día que Jesús resucitó,
Él recoja a mi padre, el general de generales.”
Antes se levanten los ríos, y los montes celebren tu caída.
Tu nombre no resuena entre los árboles y las aguas.
Nos sentimos más ligeros, más alegres, que te hayas ido.
Vivirás en el olvido, en la confusión, en el aislamiento, y en la nada.
Y al olvidarte, el pueblo guatemalteco
se levanta, se está levantando, y se levantará.

5.5.17

Río de Dios

 - Para Chris Stanley

Hay un río que alegra la ciudad de Dios.

Hay en el río las aguas brillantes que reflejan el cielo urbano.

Hay en la orilla las raíces de los sauces que lamentan y los rizos de los helechos acurrucados al lado del río.

Hay una mano divina que mueve las aguas profundas y turbulentas del Río Mississippi.

Hay una multitud de peces y plantas que fluyen por el agua que los nutre a lo largo del caudal.

Hay en la ribera una manada de niños que gritan y brincan al agua y nos hacen olvidar.

En las profundidades del fondo del río, en la oscuridad, descansa el lodo del cual Dios nos formó.

Hay en el puente una madre que llora, y un hijo gimiendo.

Quédate con nosotros porque ya está de noche, y las aguas son profundas y oscuras.

Hay un río que se acongoja con la ciudad de Dios.

Hay en la ciudad un río de Dios.

Hay un río.

¡Ay, Dios!



River of God

 - For Chris Stanley

There is a river whose streams make glad the city of God.

There in the river are sparkling waters that reflect the urban sky.

There on the shore, the roots of the willows that lament and the curls of ferns that cuddle beside the river.

There is a divine hand that moves the deep and turbulent waters of the River Mississippi.

There is a multitude of fish and plants that feed among the waters that nourish them all along the river flow.

On the river bank, a handful of children shout and jump in the water and they make us forget.

In the depths of the river bottom, the mud from which God formed us is resting.

There is a bridge where a mother cries and a son is groaning

Stay with us for now it is night and the waters are deep and dark.

There is a river that grieves with the city of God.

There in the city is a river of God.

There is a river.

Oh, dear God. ¡Ay, Dios!



Este poema fue publicado en inglés y español en "Write to the River" ("Escríbele al río") publicado por los Friends of the Mississippi (Amigxs del Río Misisipi).