10.4.12

El cuerpecito de mi chamaco


El cuerpecito de mi chamaco 

Aureola rojiza de greñas iluminadas
se une en la frente, ocas en formación otoñal. 
Tus cejas gruesas son arbustos sobre un peñasco 
y tus dos charquitos oscuros, profundos 
que reflejan el sol y esparcen la lluvia.
Nariz de águila protectora, manteniendo vigilia 
sobre la cueva redonda y solitaria de tu boca.
Barbilla partida como mi corazón al pensar 
que te tengo que dejar atrás en el nido.

2.4.12

Todas las tortillas


El primero de los treinta poemas para el mes de abril del 2012

 

Todas las tortillas

Antes pensaba que todas las tortillas eran iguales,
Las de maíz, las de harina, y las de España.
En Texas las ponía en la categoría con los tamales.
Antes pensaba que todas las tortillas eran iguales.
Para un mexicano, las de harina saben fatales.
Para la tortilla española, dar la vuelta es la maña.
Antes pensaba que todas las tortillas eran iguales.
Las de maíz, las de harina, y las de España.  



Hoy seguí la consigna para redactar el primer poema que encontré en el blog del NaPoWriMo, lo cual sugiere escribir una “trioleta,” un poema de ocho versos y una sola estrofa.  Según la organizadora del NaPoWriMo, Maureen Thorsten, una “trioleta” es una forma poética en que el primer verso, el cuarto y también el séptimo verso son idénticos.  El segundo y el octavo verso también se igualan.  La esquema de rima es ABaAabAB.


Escribí este poema divertido mientras comía un burrito hecho con tortilla de harina con mi esposo mexicano.  Tenemos todos los ingredientes para hacer la tortilla española en la casa:  los huevos, el aceite, las cebollas, la sal, y por supuesto las patatas.  Lo único que nos faltaba antes a la hora de cenar eran las ganas y la energía, así que fuimos a Chipotle.

Para mi esposo, la tortilla de maíz mantiene una conexión intrínsica con su país natal y pedir tortillas de harina en un restaurante sería una traición a su madrepatria.  Una pequeña excepción que hace es la de comer los burritos, que son para nosotros casi una adicción. 

Decidí escribir treinta poemas en el mes de abril.  Varios estudiantes y profesores de la Universidad de Valparaíso estamos participando en el NaPoWriMo (El mes nacional para la escritura de poesía) desde nuestro campus.  No puedo prometer que la poesía sea buena.  Pero me ofrece la oportunidad de dedicar unos treinta días a la producción poética.  No será la primera vez que paso la primavera componiendo poesía, y tampoco quiero que sea la última.  Que sea una entre muchas primaveras literarias....