Nieve odiosa,
Solo con
pronosticarte para el domingo,
Nos caes de mala
leche pasada y podrida.
Pasado mañana, el
ocho de abril,
Nos esperas con
una nevasca.
Queremos ser osos
para volver a hibernar.
Nevada sedienta
de llevarnos a la furia,
nos infundes tu
realidad como si fueras una cubeta de agua fría.
Te odiamos. Eres una bruja blanca, deslumbrante en el
sol.
Nos quieres
cegar, nos destrozas y nos apagas.
No te aguantamos
más.
Nos tormentas con
tus dedos helados en la frente, y en la espalda.
Hemos perdido los
guantes, las botas nos aprietan,
Nos salpicas el
cuello con hielo. Ya te sentimos
comenzar a caer,
Nieve odiosa. Vete ya.
Te detestamos.